La serie de diversos trabajos inconclusos, denominada "Postales del Apocalipsis"  funciona como el ejercicio interpretativo de una idea -en honor a la verdad-  bastante simple: Cómo el momento del fin del mundo irrumpe la atroz sequedad de lo cotidiano, en una ciudad como Santiago de Chile, en donde la vida vale poco y las relaciones entre los individuos pasan de la ética y el bien común. Ocurre en el futuro, o tal vez ahora, según el encuadre en el que caiga el lector. Y esto es debido a la falta de orden o lógica en el formato, puesto que a pesar de utilizar el lenguaje del comic (eminentemente narrativo) en su calidad de testigo de una historia, también acepté la posibilidad de adjuntar imágenes sueltas, "postales" , que más que narrar un momento, arrojaran luces (en este caso sombras) de un zeitgeist particular. Esto amplió enormemente las posibilidades del concepto.  Me permitió por ejemplo, incluir registros fotográficos de graffitis hechos por mí, ejercicios tipográficos, intentos de cartelismo o cualquier otro ensayo -en cualquier tecnica-  que el tiempo me entregue a nivel de conocimiento. De ahí su carácter inconcluso y caótico, el cual estimo, sea coherente con el pié forzado que me impuse como hilo conceptual.